martes, 23 de mayo de 2017

EL CORPUS HERMETICUM Y SUS MISTERIOS

Foto: Greg Rakozy.

Aunque se dice que detrás del Corpus Hermeticum se encuentra ni más ni menos que el dios egipcio Toth, para los griegos también llamado Hermes Trismegisto, verdaderamente esta recopilación de 17 tratados de filosofía mistérica escritos en griego fueron redactados en los siglos II y III de nuestra era y no presentan suficiente coherencia, ni homogeneidad como para que puedan considerarse como "textos sagrados" de una escuela o congregación religiosa; sino que constituyen el punto de arranque de una corriente denominada "hermetismo" que es una tradición.

Esta cultura religiosa "hermética" está compuesta por creencias judías, concepciones griegas y tradiciones egipcias, que constituyeron el ambiente intelectual de la Escuela de Alejandría. Allí convivieron judíos helenizados, griegos y egipcios. El hermetismo es un conjunto de ideas, de recopilaciones efectuadas por autores seducidos por el ambiente de secretismo de la época, ya que los misterios eran algo que estaba de moda y el secreto de las iniciaciones era un medio de propaganda, pues todo el mundo quería ser iniciado en algo.

Ciertos textos herméticos parece ser que aparecieron en los primeros siglos de la era cristiana, y otros quizá en la época de Juliano el Apóstata. Pero todos responden a la búsqueda de la salvación a través de cierto tipo de conocimiento. Es como una síntesis de distintas corrientes espirituales de la antigüedad.

Un conjunto de concepciones derivan de las teologías egipcias: heliopolitana, hermopolitana, menfita y tebana.
También tiene formas de religiosidad oriental (religiosidad judía y las que derivan del gnosticismo maniqueo).

Posee un conjunto de aportaciones de la filosofía helenística de las escuelas neoplatónicas, del neopitagorismo, estoicismo y de las corrientes mistéricas griegas. 

El ser humano pertenece al mundo material y al espiritual, y el hermetismo muestra el camino que ha de conducir al alma humana hacia la región celestial de la que procede y a la que debe retornar. Y todo depende del conocimiento revelado: La Gnosis. 

Estos textos se han estudiado en profundidad y se ha llegado a la conclusión de que no proceden de una sola pluma, sino que se trata de diversos autores. Entre los textos herméticos hay tratados teológicos, conocimientos científicos de la época, todo encaminado a alcanzar la salvación, que sólo puede conseguir el iniciado.

La agricultura y los misterios son una sola cosa. Hay que enterrar el grano para que nazca algo nuevo. El hermetismo se transmitió a través de los misterios órficos y eleusinos, los pitagóricos, los filósofos presocráticos y Platón. Posteriormente por los neoplatónicos y los gnósticos, que lo difundieron en el mundo romano y en el cristianismo primitivo por un lado, mientras por el otro sirvieron de base para su posterior propagación entre los árabes.

Según la tradición hermética, el ser humano posee todas las fuerzas del paraíso del que nunca fue expulsado, porque lo lleva dentro de sí.